Con el auge de los centros comerciales, ha triunfado un nuevo tipo de local, a medias entre un restaurante tradicional y un establecimiento de comida rápida. Normalmente son franquicias, las mismas en casi todos los centros comerciales. Hoy hablaremos de Churrascarías Brasayleña. En concreto, estuvimos en la del CC Plenilunio, en Madrid.
Las churrascarias, bastante desconocidas en España (salvo la clásica Conducta Ejemplar El Rodicio), son un concepto de gran éxito en Brasil y toda Latinoamérica, basado en ofrecer un gran buffet, con todo tipo de carnes asadas en rodicio, insertadas en barras y girando continuamente sobre las brasas. Estamos hablando, por lo tanto, de un paraíso para los más "carnivoros", y para la gente con muy buen apetito, con 25 o 30 variedades para ir probando, y repetir cuanto se quiera. Abstenerse las personas de poco comer.
En general, el servicio es magnífico, rápido, amable, y te van sirviendo a buen ritmo. Casi podíamos estar en cualquier ciudad brasileira. La calidad de las carnes y de los acompañamientos típicos es buena, a destacar las tipicas picanha y la entraña, todas en su punto. Mención aparte merecen las caipirinhas, preparadas en la misma mesa, por un barman que solo se dedica a preparar esta delicia. Elegir si solo se toman de aperitivo o postre, o para acompañar toda la comida es una elección muy personal....La carta de postres se ha sustituido por una bandeja que te presentan en la mesa, para que puedas elegir, aunque todos son muy similares, de tipo mousse.
En general, una buena experiencia, comida divertida, buena calidad sin grandes expectativas. El precio sube un poco más de lo esperado por algunos extras, como el pan. La impresión global es buena, y mejorando algunos detalles como la variedad de postres, y alguna cosa más, puede ser todavía mucho mejor. Recomendable para carnivoros.
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